El objetivo de este trabajo fue insertarse en el mundo de los transeúntes para incitarlos sutilmente
a hacer de forma inconsciente algo bueno por ellos mismos y sus semejantes, en este caso a sonreír.
Para ello, fui colocando diferentes objetos en distintos lugares de Berlín. Estos objetos, a veces
estampados, otros pintados y dibujados, tenían caras sonrientes y las palabras "sonría por favor".
Dentro de los resultados, al menos en dos ocasiones pude comprobar que mi experimento daba resultado. En una de ellas observé a una señora
mayor en la parada de autobuses que miraba una de mis obras y sonreía. En una segunda ocasión, a la hora de almuerzo, les comenté a mis compañeros de
trabajo sobre este proyecto. Un hombre, que estaba sentado en la mesa de al lado y al cual no conocía, se acercó y me dijo: "¡Ah!, ¿usted puso la imagen en la estación de
trenes de Westend? Cada día que paso por delante y la veo, me alegro".
Aqui se pueden ver todas las fotos.